Demostración de cómo mejorar la eficiencia operativa en el servicio general de laboratorio de Uganda

Demostración de cómo mejorar la eficiencia operativa en el servicio general de laboratorio de Uganda  

Ibrahimm Mugerwa1, Tony Boova2, Van Der Westhuizen2, Christopher Okiira1, Agnes Nakakawa3, Micheal Kasusse3, Suzan Nabadda1, Gaspard Guma1, Suleiman Ikoba1 Charles Kiyaga4
 
1Uganda National Health Laboratory Services, 2Beckman Coulter Life Sciences, 3Makerere University, 4ASLM

 

Parte 1: Descripción general y antecedentes de los logros en la estructura de laboratorios de Uganda

 

Una ruta hacia el éxito: hallazgos clave

La estimulación de la eficiencia junto con la capacitación y la orientación de los profesionales de los laboratorios locales en la gestión del flujo de trabajo sustenta la notable mejora en el servicio regular de laboratorio de la región de salud del Nilo Occidental de Uganda.

 

Con el apoyo de los laboratorios centrales de salud pública (Central Public Health Laboratories, CPHL), parte del Ministerio de Salud, se inició un gran experimento que produjo un cambio fundamental en la forma en que se gestionó el servicio. El sistema actual estaba sufriendo diversos desafíos operativos y de control, como desabastecimiento frecuente, mantenimiento deficiente de los equipos, tiempo de inactividad prolongado de los instrumentos y tiempos de respuesta lentos.

 

La intervención piloto se centró en apartarse de un enfoque centralizado para gestionar la responsabilidad de la coordinación de muestras de laboratorio a nivel regional. Una parte integral fue abordar los fallos que existen en la gestión del transporte, tanto en la recogida física como en el transporte de las muestras desde las zonas de captación rurales.

 

El laboratorio central de referencia del Nilo Occidental Arua fue elegido como caso de prueba debido a los desafíos que presenta en cuanto a distancia e instalaciones sanitarias existentes y su alta población de refugiados. El estudio piloto mostró que delegar la coordinación al centro que recibía y procesaba las muestras resultó en el transporte y procesamiento oportunos de una mayor cantidad de muestras, con una reducción de los cuellos de botella y un mejor flujo de trabajo general.

 

En general, los volúmenes de muestras aumentaron en más del 350 % en el estudio piloto de 12 meses. Antes de la intervención, los centros de Arua enviaban en promedio 38 534 muestras de carga vírica por trimestre. Este número aumentó en 130 346 muestras de VL, una subida de casi el 350 %. Antes de la intervención, los centros de nivel inferior estaban enviando a los mismos laboratorios 1517 muestras de VL por trimestre. Esta cifra aumentó bien por encima del 800 %. La magnitud del éxito de este enfoque establece una hoja de ruta clara y práctica para ofrecer una mayor eficiencia a los servicios globales de laboratorio del país, si se dispusiera de fondos.

Resumen de logros

• Creación de un sistema de transporte de muestras fiable y eficiente

• Mejora de la gestión general del inventario de los laboratorios

• Reducción del tiempo de respuesta de los laboratorios para todas las pruebas

• Desarrollo de un espíritu de trabajo colaborativo y mejora de la comunicación y la generación de informes entre las partes interesadas en todos los niveles del sistema de centros de laboratorio

• Mayor acceso oportuno para los pacientes al diagnóstico de VIH/SIDA e infecciones oportunistas

• Ilustración de las implicaciones de costes para implementar los cambios en todo el país.

 

Al principio, los ocho centros de la región procesaron en promedio 38 534 muestras de carga vírica cada tres meses.  Después de un año, los resultados fueron impresionantes, con un aumento en la manipulación de muestras de más del 400 % a 130 205 muestras de carga vírica.  Mientras que el coordinador de centros concentró los recursos en estos laboratorios más grandes, el impacto fue mucho mayor, mejorando el rendimiento y la eficiencia tanto de los sitios de nivel inferior como del transporte físico de las muestras reales.  Antes del cambio, los sitios que informaban a cada centro enviaban 1517 muestras de VL por trimestre.  Este número aumentó casi un 600 %, hasta 8940.

 

La evaluación independiente confirmó lo que los laboratorios podían observar claramente: delegar la coordinación al centro regional proporcionó una eficiencia en costes y tiempo cuantificable, en beneficio general de los pacientes. También mejoró la moral en los laboratorios individuales y añadió un mayor nivel de cooperación entre el personal de los laboratorios y los motoristas que realmente recogían las muestras.  Ha quedado claro que este enfoque podría beneficiar a los servicios generales de los laboratorios del país si se realizasen inversiones adicionales para presentarlo a la red nacional de centros.

 

El servicio de laboratorio en evolución de Uganda

La primera vez que Uganda tomó la decisión de mejorar los servicios de laboratorio fue hace unos 20 años atrás e implicó la creación de más de 1500 laboratorios clínicos de diferentes tamaños.  Esto se hizo para garantizar que el 90 % del país fuese atendido por laboratorios clínicos grandes en IV de hospitales y centros de salud importantes o centros de salud más pequeños.

 

Para abordar los retos y los costes relacionados con la operación de un gran número de laboratorios de salud, el gobierno decidió en 2011 establecer 100 centros de referencia regionales o centros a nivel territorial. Estos centros de laboratorio, los primeros en su tipo en África Oriental, fueron renovados y equipados con equipos de laboratorio modernos como centros de excelencia para pruebas químicas, de hematología y de CD4 regulares. Estaban destinados a contar con capacidad suficiente como para atender a entre 25 y 30 instalaciones sanitarias locales de menor envergadura, cada una de ellas a su vez atendiendo a un área de captación pequeña de 30 a 40 km de radio.

 

Muchos países de África, incluido Uganda, siguen enfrentándose a desafíos a la hora de garantizar que los pacientes tengan acceso a servicios de laboratorio de calidad, especialmente en zonas rurales o de difícil acceso. A pesar de la inversión sustancial, el número de pruebas que se realizaron fue relativamente bajo y esto fue aumentando la presión sobre el sistema de salud para que realizase los pasos necesarios a fin de mejorar la detección, el diagnóstico y la vigilancia de la progresión de la enfermedad. Esto fue especialmente importante para los lactantes y los muy jóvenes. La necesidad de aumentar el acceso a diagnósticos críticos de VIH en más zonas rurales fue fundamental para el establecimiento de los centros regionales en 2011. 

 

Papel fundamental del sistema de transporte de muestras

Por lo tanto, junto con los 100 sitios de referencia regionales, el gobierno también estableció 19 centros de transporte de muestras específicamente diseñados para ampliar el alcance de las pruebas a estas comunidades rurales de difícil acceso.

 

Cada centro de transporte sirve aproximadamente de 20 a 40 instalaciones sanitarias menores, con redes de carretera asignadas y un programa de ruta aprobado.  Estas deben ser atendidas por motociclistas entrenados que visitan de cuatro a ocho instalaciones sanitarias al día para recoger y devolver muestras entre los centros de referencia y los laboratorios más pequeños que sirven. No cabe duda de que el establecimiento de este sistema de transporte de muestras aumentó el acceso a servicios de laboratorio eficientes y de calidad en Uganda.  Sin embargo, este vital servicio se estaba infrautilizando y quedó claro que las deficiencias en el sistema de transporte estaban vinculadas a un problema más amplio en la configuración regional de laboratorios existente.

 

Los 10 problemas clave de manipulación, procesamiento y transporte de muestras podrían identificarse como:

 

1.Enlace inadecuado entre el centro regional, las instalaciones sanitarias más pequeñas y los laboratorios CPHL, sin seguimiento en tiempo real de las muestras que se transportan a través de esta red.
2.Pérdida de productividad de los laboratorios debido a la falta de existencias de suministros esenciales, como reactivos, y mantenimiento deficiente de los equipos con una pérdida de carga frecuente.
3.Ausencia de informes y registros de datos estandarizados, con documentación inadecuada y falta de informes regulares sobre las operaciones de los centros.
4.Tiempo de respuesta lento para el procesamiento de muestras.
5.Incapacidad para manipular muestras de emergencia especialmente críticas durante las epidemias.
6.Rutas de transporte fallidas que conducen a la infrautilización de los servicios del laboratorio del centro.
7.Posibles problemas con la integridad de las muestras durante el transporte y pérdida de muestras.
8.Implementación limitada del Sistema de gestión de calidad del laboratorio (Laboratory Quality Management System, LQMS) y baja participación en la garantía de calidad externa (External Quality Assurance, EQA).
9.Integración limitada bajo One Health.
10.Moral baja del personal, falta de formación y falta de liderazgo experimentado en la coordinación del flujo de trabajo.

 

La fuente del problema radica en el modo en que los centros regionales quedaron fuera de los procesos de planificación o de toma de decisiones. La responsabilidad de la supervisión de la política regional fue de los CPHL. La coordinación debía ser realizada por lo que se conocía como socios ejecutores (implementing partners, IP) de los CPHL, que trabajaron de forma centralizada con el CPHL, pero que tuvieron poca implicación con el personal o los procesos a nivel regional. La ausencia de un grupo de coordinación territorial para los CPHL había dejado una brecha en la entrega efectiva y de calidad de servicios de laboratorio del centro y esto motivó la intervención piloto en la región de salud del Nilo Occidental.

 

El resultado fue que el número de muestras procesadas por los centros territoriales era demasiado bajo y muchos centros de salud de nivel inferior simplemente no recibían apoyo. Por este motivo, se creó un equipo de resolución de problemas respaldado por el gobierno al que se le solicitó que tomase otro enfoque, uno que transfiriese la responsabilidad de la toma de decisiones para la gestión del flujo de trabajo (incluida la transferencia de muestras) al propio centro.  Esto tuvo el respaldo de la alta dirección de los CPHL, que acordó financiar la contratación de un científico de laboratorio experimentado en el centro Arua.  Con este profesional de laboratorio altamente experimentado se inició un estudio piloto de un año, quien asumió la coordinación de todas las actividades, se involucró con las partes interesadas en el hospital y formó y orientó al personal del laboratorio.  El impacto en la manipulación y el transporte de muestras se vigiló a lo largo del año. 

 

Este documento es el primero de una serie de documentos que presenta los desafíos y los éxitos del estudio piloto y la intervención, y destaca cómo esto podría mejorar de manera beneficiosa el servicio de laboratorio regional del país si la nueva estrategia de coordinación se extendiese por las demás regiones de salud.

 

http://onehealthinitiative.com/

Demonstrating how to Improve operational efficiency in Uganda’s overall laboratory service – Part 1

Ibrahimm Mugerwa1, Tony Boova2, Van Der Westhuizen2, Christopher Okiira1, Agnes Nakakawa3, Micheal Kasusse3, Suzan Nabadda1, Gaspard Guma1, Suleiman Ikoba1 Charles Kiyaga4

1Uganda National Health Laboratory Services, 2Beckman Coulter Life Sciences, 3Makerere University, 4ASLM

Part 1 – Achievement overview and background on Uganda’s laboratory structure. A pathway to success – key findings

Stimulating efficiency while empowering and mentoring local laboratory professionals in workflow management underpins the remarkable improvement in the routine laboratory service of Uganda’s West Nile Health Region.

With the support of the central public health laboratories (CPHL), part of the Ministry of Health, a bold experiment was initiated which made a fundamental change to the way the service was managed. The current system was suffering from a number of operational and governance challenges such as frequent stock out, poor equipment maintenance, lengthy downtime for instruments and slow turnaround times.

The pilot intervention focused on moving away from a centralized approach to handing responsibility for laboratory sample coordination to regional level. An integral part was addressing the flaws in the transport management of the physical collection and transportation of samples from the rural catchment areas.

The West Nile’s Arua central referral laboratory was chosen as the test case because of the challenges it presents in terms of distance, existing health facilities and its high refugee population. The pilot showed how delegating coordination to the center receiving and processing the samples resulted in more samples being transported and processed in a timely fashion, with bottlenecks reduced and overall workflow improved.

Overall, sample volumes went up more than 350% in the 12 month pilot study. Before intervention, the hubs in Arua averagely sent 38,534 viral load samples per quarter. This increased by 130,346 VL samples, an almost 350% rise. Before the intervention, lower sites were sending the same labs 1,517 VL samples each quarter. This increased well over 800%. The magnitude of the success of this approach sets down a clear and practical roadmap for delivering greater efficiencies to the country’s overall laboratory services, if funding were to be made available.

Summary of achievements

  • Creating a reliable and efficient sample transportation system
  • Improving overall laboratory inventory management
  • Reducing laboratory turnaround time for all tests
  • Developing an ethos of collaborative working and improving communication and reporting among stakeholders at all levels of the laboratory hub system
  • Increasing timely access for patients to diagnostics for HIV/AIDS and opportunistic infections
  • Illustrating the cost implications for implementing changes throughout the country.

At the start, the region’s eight hubs processed an average of 38,534 viral load samples every three months. After one year, the results were impressive, with sample handling increasing by more than 400% to 130,205 viral load samples. While the hub coordinator concentrated resources on these larger labs, the impact was far reaching, improving the performance and efficiency of both lower level sites and the physical transporting of the actual samples. Before the change, the sites reporting into each hub were sending them 1,517 VL samples per quarter. This increased almost 600% to 8,940.

Independent assessment confirmed what could be clearly observed by the labs – delegating coordination to the regional hub delivered quantifiable time and cost efficiencies, to the overall benefit of patients. It also improved morale in the individual labs and added a greater level of cooperation between lab staff and the actual bikers taking the samples. It became clear that this approach would potentially benefit the country’s overall laboratory services if additional investment were to be made to introduce this to the national hub network.

Uganda’s evolving laboratory service

Uganda took the decision to improve laboratory services nearly 20 years ago and involved setting up more than 1500 clinical laboratories of different sizes. This was to ensure 90% of the country would be served either by larger clinical laboratories in major hospitals and health center IVs or smaller health centers.

To address the challenges and costs involved with operating a high number of health laboratories, the government decided in 2011 to set up 100 regional referral centers or hubs at sub-national level. These laboratory hubs, the first of their kind in East Africa, were renovated and equipped with modern laboratory equipment as centers of excellence for routine chemistry, hematology and CD4 testing. They were intended to have sufficient capacity to support 25 to 30 smaller, local, health facilities, each in turn serving a small catchment area of 30 to 40km radius.

Many countries in Africa including Uganda still face challenges in ensuring that patients have access to quality laboratory services, particularly in rural or hard-to-reach areas. Despite substantial investment, the number of tests being carried out was still relatively low and this was increasing pressure on the healthcare system to take further steps to improve the detection, diagnosis and monitoring of disease progression. This was particularly important for infants and the very young. The need to increase access to critical HIV diagnostics in more rural areas was instrumental in the setting up of the regional hubs in 2011.

Pivotal role of sample transporting system

Therefore, alongside the 100 regional referral sites, the government also set up 19 sample transport hubs specifically designed to extend the testing reach to these hard to access rural communities.

Each transport hub serves approximately 20 to 40 lower health facilities, with mapped road networks and an approved route schedule. These are meant to be serviced by trained motorcycle bike riders who visit between four to eight health facilities a day to collect and return samples between the referral centers and the smaller labs they serve. There is no doubt that setting up this sample transport system initially increased access to quality and efficient laboratory services in Uganda. However, this vital service was being underutilized and it became clear that inadequacies in the transport system were linked to a wider problem in the existing regional lab setup.

The 10 key sample handling, processing and transporting problems could be identified as:

  1. Inadequate liaison between regional hub, the smaller health facilities and the CPHL labs with no real time tracking of specimens being transported through this network.
  2. Loss of lab productivity due to a lack of stock for essential supplies such as reagents and poor equipment maintenance with frequent load shedding.
  3. Absence of standardized data logs and registers, with inadequate documentation and lack of regular reporting on hub operations.
  4. Slow turnaround time for sample processing.
  5. Inability to handle emergency samples especially critical during outbreaks.
  6. Failed transport routes leading to underutilization of the hub’s laboratory services.
  7. Potential problems with sample integrity during transportation and lost samples.
  8. Limited implementation of Laboratory Quality Management System (LQMS) and low participation in External Quality Assurance (EQA).
  9. Limited integration under One Health.
  10. Poor staff morale, lack of training and lack of experienced leadership in coordinating workflow.

The source of the problem lay in the way regional hubs were outside the planning or decision-making processes. Responsibility for regional policy oversight was held by the CPHL. Coordination was meant to be carried out by what was known as the CPHL implementing partners (IPs), who worked centrally with CPHL but had little involvement with staff or processes at regional level. The lack of a sub national coordination arm for CPHL had left a gap in the quality and effective delivery of the hub laboratory services and this motivated the pilot intervention in the West Nile Health Region.

The result was that the number of samples being processed by the sub-national hubs was far too low, with many lower health facilities simply not being supported. Because of this, a government-backed problem-solving team was set up and encouraged to take another approach - one that would transfer decision making responsibility for workflow management (including sample transfer) to the hub itself. This had the backing of senior management at the CPHL, and they agreed to fund the placement of an experienced lab scientist at the Arua hub. A year’s pilot study was initiated with this highly experienced lab professional taking over the coordination of all activities, engaging with stakeholders at the hospital and training and mentoring the laboratory staff. The impact on sample handling and transportation were then monitored over the year.

This paper is the first of a series of documents, presenting the challenges and successes of the pilot study and intervention and highlighting how this might beneficially improve the country’s regional laboratory service if the new coordination strategy was extended across the other health regions.

Read Part II of this paper

Fill the form to download Full case study

Uganda Case Study

CD4 Testing in Remote Areas

CD4 testing in remote areas

Follow the links, to learn how Uganda designed an innovative system to ensure that people in remote communities can receive high quality HIV prevention, care and treatment services.

How Uganda is Leaving No One Behind

Around 1,350,000 people are currently living with HIV in Uganda, and there are an estimated 33 new HIV infections per day among young people between the ages of 15 and 24.

Efficient Sample Collection in Remote Areas

The main challenge faced by people in remote areas when it comes to HIV/AIDS testing is access. People in remote areas can be very poor, so it can be difficult for them to travel to the service point, although the treatment itself is free in Uganda.

High Quality Testing in Rural Communities

The majority of countries still don’t have the infrastructure, transport or technology to effectively manage the collection, storage and transportation of the blood once the sample has been taken.

Demonstrating Operational Efficiencies: Part 1

Stimulating efficiency while empowering and mentoring local laboratory professionals in workflow management underpins the remarkable improvement in the routine laboratory service of Uganda’s West Nile Health Region.

Demonstrating Operational Efficiencies: Part 2

Uganda’s Central Public Health Laboratories (CPHL) recognized that its regional laboratory service was suffering from a number of challenges that were affecting service delivery and patient outcomes.

Demonstrating Operational Efficiencies: Part 3

The initial assessment found that supplies would be delayed, with frequent stock outs, due to poor communication because there was no clear chain of command for coordinating this activity.

Demonstrating Operational Efficiencies: Part 4

One of the challenges for accurate cost and performance evaluation was understanding, and quantifying, the differences between the pilot study region – and the control.